viernes, mayo 30, 2008

La vergüenza

Desde hace algunos meses nuestra Ciudad de Buenos Aires está empapelada con los afiches de la última campaña de una de las principales empresas de telefonía móvil.
La imagen, un hombre joven que sostiene un telefonito de los más viejos (con pantalla naranja, sin tapita, y ni soñar con cámara, mp3, bluetooth, etc.) provoca, interpela y asusta. “¿Tu celu te da vergüenza?”, pregunta el texto en una tipografía cool que algún diseñador seleccionó con premeditación y alevosía. La cabeza del chico está cubierta por una bolsa de papel marrón.

La historia de este país nos enseña que una capucha es algo más que la “pieza puntiaguda que llevan algunas prendas de vestir en la parte superior de la espalda”. Y si no lo hemos aprendido ya, deberíamos hacerlo pronto.
Apelar a la foto de una cabeza cubierta para vender algo en la Argentina modelo 2008 puede ser dos cosas igualmente preocupantes: una repugnante provocación o la desmemoria punzante que duele y ocupa más lugar –vacío– que el recuerdo.

La vía pública, espacio ciudadano si los hay, es un ámbito para circular libremente. Atrás quedaron, por suerte, y tras mucho sudor y sangre, los tiempos donde la calle no era de todos porque la mano dura de las fuerzas represivas hacía desaparecer cuerpos, ideas y proyectos.
La publicidad que invade nuestras veredas y contamina el entorno visual que arma el telón de fondo de nuestra vida, es el nuevo enemigo silencioso. En democracia, la dictadura del consumo esgrime mecanismos más sutiles pero de igual potencia ideológica.

Con la cabeza tapada es imposible ver la pantalla del teléfono, que viejo o nuevo, puede de igual manera comunicarnos o perdernos en el aislamiento del que escribe un mensaje de texto y se choca con los otros transeúntes. Y, peor aún, puede perderse uno de ver el mundo y los ojos de los otros, esa pantalla que muestra más que ninguna otra.

Quizás algunos se identifiquen con aquel afiche. Sospecho que son unos cuantos. A mi lo que me da vergüenza no es mi celu, sino una publicidad como ésta. Pero no voy a taparme la cabeza ni dejar que nadie me la tape. En cambio, voy a abrir los ojos, y mirarla a la cara.

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martes, mayo 27, 2008

¿Para cuándo...

... el verbo wikipediar?

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sábado, mayo 24, 2008

Que quede claro

Si pudiendo pedir de 90, pedís de un peso, te falta viveza o te sobran monedas

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viernes, mayo 16, 2008

Si él puede...

A alguien más le deprime su soltería ahora que Barreda tiene novia?

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martes, mayo 13, 2008

Reivindicación gremial

OK, nació India, la hija de Facundo Arana y María Susini. ¿Cómo le ponés India a tu hija si tenés esa cara de lassie? A Nancy Dupláa y Pablo Echarri les entiendo el Morena, porque son más locales que el mate con bizcochitos. Pero a Arana y Susini no les va a salir muy autóctona que digamos la nena.
Además, ahora dicen que ya no están más juntos. No me apena para nada: en esta estoy a muerte con Isabel Macedo. Las mujeres somos del gremio de las ex o del gremio de las actuales. Yo pertenezco al primero, y soy toda una sindicalista. Ahora mismo estamos en paritarias. Negociamos aumento de salarios (que es más caro cocinar para uno que para dos, ¡che!), pago de antigüedad (hay algunas bastante oxidadas ya) y vacaciones... ¡Por favor, vacaciones...!

domingo, mayo 11, 2008

No te olvides nunca que...

... la magnitud de un sentimiento es inversamente proporcional a la posibilidad de conservarlo.

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martes, mayo 06, 2008

Cruzada

Las manías de Lula le dice NO a los mails y mensajes de texto de exes, ya sean viles cadenas o declaraciones de amor tardías. No agregan nada.

Vos podés hacer la diferencia. Contá hasta 5. No los mandes

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