21
Hoy es mi cumpleaños. Y es la primera vez en una largo tiempo que lo vivo con mucha felicidad y expectativa. De chica lo hice en todos lados, un bowling, una pista de patinaje sobre hielo, una kermese, tuve magos, tortas y disfraces. Hasta una vez hice un baile donde hubo lentos... Lentos de primaria, esos que se bailaban con cara de pavor, brazos rígidos y a 600 kilómetros y medio del muchacho en cuestión.
Fiesta de 15 de las de carnaval carioca no hice porque había festejado el bat mitzvá. Pero también hubo una movida ese año: fue en un karaoke. Me vestí de rosa (que ahora califica sin duda como el color que más odio en el universo) y me planché el pelo. Pensar que hoy soy la fan número uno de mis rulos y no dejo por nada del mundo que ningún peluquero me estire la peluca...
A los 16 me puse más vieja, tanto que no me acuerdo qué hice. A los 17 cené con mis amigas y conocí (por aceptar que me acompañara a la parada del colectivo) al novio que me dejaría días antes de mi cumple de 20. A los 18 cayó Iom Kipur e hice una merienda en mi casa en la que la mitad de mis amigas no probaron bocado. Cuando cumplí 19 no vivía en Argentina y hacía demasiado frío para lo que debería haber sido un octubre porteño. Soplé las velitas con mucha gente extraña y estuve muy triste. A los 20 también estaba triste por el asunto ese del novio, y salí a cenar con mis viejos y a brindar a un bar con las pibas.
Y llegaron los 21, sin motivo alguno para tristezas, para dejar pasar o posponer. Me encontraron en casa, cerca de la gente que sabe bien qué es lo que pido cuando soplo las velitas. Este año mi viejo no se va de viaje, mi tío no se casa, y mi otro tío no se recibe. Este año estoy yo y mis cosas, toda esta vida que busqué tanto y ahora empieza a armarse. Este año no hay bowling, pero sí habrá fiesta. La nena que amaba festejar se hizo grande, pero volvió a ser una feliz cumpleañera... Al final, a una mujer con todas las letras nunca le viene mal una torta de chocolinas.
Fiesta de 15 de las de carnaval carioca no hice porque había festejado el bat mitzvá. Pero también hubo una movida ese año: fue en un karaoke. Me vestí de rosa (que ahora califica sin duda como el color que más odio en el universo) y me planché el pelo. Pensar que hoy soy la fan número uno de mis rulos y no dejo por nada del mundo que ningún peluquero me estire la peluca...
A los 16 me puse más vieja, tanto que no me acuerdo qué hice. A los 17 cené con mis amigas y conocí (por aceptar que me acompañara a la parada del colectivo) al novio que me dejaría días antes de mi cumple de 20. A los 18 cayó Iom Kipur e hice una merienda en mi casa en la que la mitad de mis amigas no probaron bocado. Cuando cumplí 19 no vivía en Argentina y hacía demasiado frío para lo que debería haber sido un octubre porteño. Soplé las velitas con mucha gente extraña y estuve muy triste. A los 20 también estaba triste por el asunto ese del novio, y salí a cenar con mis viejos y a brindar a un bar con las pibas.
Y llegaron los 21, sin motivo alguno para tristezas, para dejar pasar o posponer. Me encontraron en casa, cerca de la gente que sabe bien qué es lo que pido cuando soplo las velitas. Este año mi viejo no se va de viaje, mi tío no se casa, y mi otro tío no se recibe. Este año estoy yo y mis cosas, toda esta vida que busqué tanto y ahora empieza a armarse. Este año no hay bowling, pero sí habrá fiesta. La nena que amaba festejar se hizo grande, pero volvió a ser una feliz cumpleañera... Al final, a una mujer con todas las letras nunca le viene mal una torta de chocolinas.
Etiquetas: yo me amo
3 Comments:
2 cosas:
- ¿Torta de chocolinas?
Esa es la clave del éxito, en lo que concierne a lo culinario, para que una fiesta de cumpleaños no muera en el intento de serlo.
- Abrazo... saludo... beso...
pd. feliz cumpleaños
Lu.. preciosa!! me alegro tanto que a los 21 estes tan preparada para festejar, como se bien que mereces, tu cumpleanos.
Espero que estes plagada de las cosas que te gustan, que te hacen bien, y que puedas dejar a un lado (sin olvidarte) las cosas que a veces te ponen triste.
Te quiero mucho...
Lula madura
Evolución Lulón
Crecimiento Lululiento
Iluminación Lucía
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