La realidad y el mito
Pensé mucho acerca de qué divide la realidad del mito. Responderme que aquello era lo incomprensible fue mi primer salida fácil. Comprendemos perfectamente que Papá Noel no existe, pero aún así armamos el arbolito y año a año nos embarcamos en la liturgia navideña. ¿Dónde está la línea entonces?
Hace unos días me pregunté seriamente qué es lo que quería respecto de cierta situación confusa. Claridad no hubo, pero en la búsqueda una palabra no dejaba de estrellarse en mis oidos con la insistencia de esos hombres a los que una no ama: realidad. Quiero realidad. No supe inmediatamente de qué se trataba esa certeza, hasta que una conversación posterior me encontró discutiendo acerca de los sentidos y dirimiendo en una trágica fantasía cuál de ellos resignaría si fuera un asunto de vida o muerte. Descarté la vista y el oido inmediatamente, por ser los sentidos que conectan al hombre con su entorno. El tacto y el gusto, por su parte, jugaban un rol clave en los contactos más íntimos; familia, amigos, romances. El olfato quedó último.
Entonces volví a pensar en Papá Noel. Podemos convivir con un mundo en que todo es mito; la gran diva de la televisión, el chico hermoso del boliche, y así para todo y para siempre. Pero la realidad está en el tacto, en los verdaderos encuentros, en los refugios que uno construye con los otros para ser.
El mito, entonces, no descansa sobre lo incomprensible, sino sobre lo inaprehensible, lo que no podemos tomar entre manos para armarlo, desarmarlo y buscarle la vuelta. La diferencia es un abismo.
Hace algunas noches fui a una fiesta. Estaba bailando desinteresadamente, alimentando el mito de que todos la pasamos bien en las fiestas. En un momento se me acercó un muchacho que no conocía y me tomó por sorpresa. Me dijo: Hola, vos sos Lula. Yo soy Papá Noel... No pude más que abrazarlo. El encanto se había perdido, pero por alguna razón todo se volvió más interesante.
Hace unos días me pregunté seriamente qué es lo que quería respecto de cierta situación confusa. Claridad no hubo, pero en la búsqueda una palabra no dejaba de estrellarse en mis oidos con la insistencia de esos hombres a los que una no ama: realidad. Quiero realidad. No supe inmediatamente de qué se trataba esa certeza, hasta que una conversación posterior me encontró discutiendo acerca de los sentidos y dirimiendo en una trágica fantasía cuál de ellos resignaría si fuera un asunto de vida o muerte. Descarté la vista y el oido inmediatamente, por ser los sentidos que conectan al hombre con su entorno. El tacto y el gusto, por su parte, jugaban un rol clave en los contactos más íntimos; familia, amigos, romances. El olfato quedó último.
Entonces volví a pensar en Papá Noel. Podemos convivir con un mundo en que todo es mito; la gran diva de la televisión, el chico hermoso del boliche, y así para todo y para siempre. Pero la realidad está en el tacto, en los verdaderos encuentros, en los refugios que uno construye con los otros para ser.
El mito, entonces, no descansa sobre lo incomprensible, sino sobre lo inaprehensible, lo que no podemos tomar entre manos para armarlo, desarmarlo y buscarle la vuelta. La diferencia es un abismo.
Hace algunas noches fui a una fiesta. Estaba bailando desinteresadamente, alimentando el mito de que todos la pasamos bien en las fiestas. En un momento se me acercó un muchacho que no conocía y me tomó por sorpresa. Me dijo: Hola, vos sos Lula. Yo soy Papá Noel... No pude más que abrazarlo. El encanto se había perdido, pero por alguna razón todo se volvió más interesante.
Etiquetas: teorías trascendentales
10 Comments:
Y tres puntos delicadamente atractivos
sabía que lo ibas a leer...
bienvenido una vez más, de más está decir
o quizá no está de más... bienvenido como nunca, claro
y este ignacio quien es?
y este usuario anónimo quien es?
ay caramba!
ya lo dijo pity: "me gustan las drogas, me gustan las chicas, me gusta el verano... pero lo que más me gusta / son las cosas que no se tocan". ("las cosas que no se tocan").
pero a mi claramente me gustan las cosas que sí se tocan, por lo menos en función de este posteo...
con todo mi respeto al pity alvarez eh
"escupan que está todo bien"
que grande ese muchacho
Holaa...en realidad no soy de firmar los blogs, pero sentí la necesidad de hacerlo: completamente de acuerdo con tu idea lucía!!!
Hola...me encantó tu apreciación de los sentidos....
Cada vez descreo más de la realidad, pero en un sentido más amplio; más bien creo que ya no existe una única realidad sino la multiplicidad de miradas desde distintas percepciones: la fantástica, la positivista, la mitólogica...etc.
Besos
Ro
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