miércoles, septiembre 23, 2009

Paren todo, me quiero bajar!

La suma de mi estrés, y tu estrés, y el estrés de tu familia, amigos, pareja, y el estrés de Bill Gates, y el estrés de Cristina Kirchner, y el estrés del portero de tu edificio, y el estrés del colectivero que te lleva, y el estrés de Obama, y el estrés de Osama, y el estrés de Madonna, y el estrés de tu jefe y el estrés de todos los bebés que nacen estresados de panzas estresadas… todo eso junto es la energía que mueve al mundo.
Y después nos preguntamos qué es lo que anda mal con el mundo...

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martes, septiembre 22, 2009

Aforismo psicoanalizado

El pasado es como ese recoveco incómodo debajo de la cama: todas las cosas que perdimos alguna vez están ahí, pero es el último lugar donde miramos para encontrarlas





* “Mi vida entera fue mirar para adelante. ‘Atrás’ no es mi jurisdicción. Me declaro incompetente” - Irene Menéndez Hastings, El secreto de sus ojos

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martes, septiembre 15, 2009

If it ain't broken, don't fix it...

Yo estoy bien con mi Nokia 1100 pantalla verde, mi bici circa 1994 y el viejo msn.
No me molesten!

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jueves, septiembre 03, 2009

La frecuencia de mañana

Por una serie de (lindos!) proyectos personales que estoy por encarar, ando necesitando plata. Así que a mi laburo de siempre le agregué la noble changuita de hacer desgrabaciones.
La cosa es que por alguna extraña razón cuando enchufo mis auriculares a los parlantitos de la computadora, el cable queda alineado con vaya uno a saber qué porción del éter, de manera que capta misteriosamente la señal de Radio La Tribu, sin que yo la sintonice –ni por dial, ni por telepatía–.
O sea que cuando pauso el audio que estoy desgrabando para tipear, estirar los dedos o tomar un sorbo de té, los sonidos de la radio se meten por mis oídos. Como para recordarme que esto es un rato, un circunstancial ahora, pero que mi deseo y mi horizonte están puestos en otro lado.

Todo mundo en el que estamos captura una frecuencia del mundo en el que queremos estar. Sólo hay que concentrarse y dar paso a los sonidos sutiles, a las músicas que se avecinan, a la mágica posibilidad de que el presente y el futuro, la presencia y el sueño, entren en resonancia.
La frecuencia de mañana está vibrando en este instante. Sólo hay que saber escucharla

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